Aqui les dejo la continuacion
Serena: Perdone, usted que parece fuertote, ¿Podría ayudarme con las bolsas de basura?
- dijo mientras salía del ascensor al portal.
Nacho: Si claro señora.
Serena: No me he presentado, soy Serena, la madre de Lucas
Nacho: ¿Lucas?
Serena: El escritor
Nacho: Es..escr.. escri… ah… el vecino ese rarito, uno que tiene bigote rubio.
Serena: Mas o menos – dijo extrañada
Nacho: Pues encantado yo soy el compañero de piso de Rodrigo, el motero de la barba
blanca o como me conocen aquí.
Serena: Tu tienes que tener a mas de una mujer en la palma de tu mano ¿Verdad?
Nacho: ¡Jojojojo! Ya me gustaría, pero no. Estoy soltero, entre usted y yo. Debe saber
que la única mujer que paso por mis brazos se automedicaba y acabó
suicidándose – mencionó cambiando el tono de dicharachero a serio.
Serena: Cuanto lo siento, a mí mi marido me ha echado de casa. Pero no por eso
debemos dejar de vivir. ¿Querrías venir de fiesta conmigo?
Nacho: Pues... tengo 20 Euros – dijo
Serena: Tranquilo, tengo una amiga que trabaja en un local de por aquí y nos deja todo a
mitad de precio.
Nacho: Si es así vamos – sonrió levemente, algo no habitual en él.
Rodrigo: 9:59 y 50 segundos, 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0 – tocó el timbre
Carmen: Ya voy – dijo a través de la puerta con un tono algo sensual.
Rodrigo: Espero aquí Carmen, por cierto, traje ese perfume que tanto te gustó
esta tarde.
Carmen: ¿El de olor a desinfectante?
Rodrigo: Si, ese mismo
Carmen: Que gracioso eres, pero esto te gustara más – dijo mientras abría la puerta
Rodrigo: ¡Guau! – dijo sorprendido.
Carmen, estaba desnuda frente a el con el pelo algo mojado por la ducha y en su casa se
olía un ligero aroma a rosa silvestre que solo el sutil olfato de Rodrigo podría distinguir.
Carmen: Entra dentro
Rodrigo: ¿Pero no ibas a llevarme a comer?
Carmen: Pero hoy no vas a llenar tu estomago – dijo atrayentemente – Vas a llenar tu
apetito sexual, vamos tigre.
Rodrigo: Ya se a donde quieres llegar – guiñó
Carmen: Quítate tu traje de frac
Rodrigo: Descuida – dijo desabrochándoselo
Carmen: La noche va a ser muy larga – dijo acercando su cuerpo desnudo al suyo. –
mientras se besaban cerró la puerta cuidadosamente.
Lucas: Bueno ya terminé el segundo capitulo, empecemos con el tercero
¡Ding…!
Lucas: La puerta, ¿Quién será a estas horas? – dijo dejando el ordenador para poder
atender al timbre.
Lucas: ¿Quién es?
Marta: Hola, somos los vecinos de arriba – dijo tras la puerta
Lucas: ¡Ah! Hola, soy Lucas – dijo mientras abría esta
Lucas: Eres preciosa, ¿No serás por casualidad soltera? – comentó sonrojándose
Marta: … ah….
Jaime: No, no lo es, esta recién casada, ves – dijo enseñándole la alianza de boda de la
mano de Marta
Lucas: Bueno… - suspiró - ¿Y a que habéis venido? – pregunto
Marta: Estamos desempaquetando cajas, nos acabamos de mudar, y se hace tarde y no
tenemos nada para cenar… si no te es molestia darn… - fue interrumpida por él
Lucas: No, nada, sin problemas, aquí creo que tengo algo de la comida de ayer que
no creo que me coma.
Marta: ¿Ves?, parece amable el hombre – susurró al oido de Jaime
Jaime: Tiene cara… como de imbécil – susurró algo mas alto
Lucas: ¿Habéis dicho algo?
Marta y Jaime: No, no, nada
Lucas: Vale – dijo acercándose a la puerta con un plato tapado por un papel de cocina
Marta: Gracias y hasta otra….
Lucas: Esperad, no seáis tan impacientes, todavía no me habéis dicho como os llamáis
Marta: Yo soy Marta y este es Jaime
Jaime: Bueno Lucas gracias – dijo cerrando la puerta con lo que pareció ser un rostro
sonriente.
Rodrigo: Guau Carmen que noche me has hecho pasar – dijo acariciándole el pelo
Carmen: Ya te has levantado Rodri… - dijo muy adormecida
Rodrigo: Si, es que estaba pensando en un asunto – dijo reflexivo
Carmen: ¿El que? – dijo intrigada por el comentario
Rodrigo: Si este edificio tiene 8 viviendas, ¿Como es que solo hay habitados
3 pisos?
Carmen: Yo conocía en el 2•A, a su antiguo “habitante”, se llamaba Roberto…
Rodrigo: ¿Roberto? ¿De que me suena este nombre…?
Carmen: Era ocupa del piso, no compró la vivienda
Rodrigo: ¡ROBERTO!, ya se de que me suena
Carmen: Explícate – dijo emocionada
Rodrigo: Me llego una carta a su nombre, pero la dirección…estaba mal puesta
Carmen: ¿Qué decía?
Rodrigo: 4•A, y es curioso, ya que este edificio no tiene cuarto piso
Carmen y Rodrigo: ¡LOS TRASTEROS! – dijeron simultáneamente
Jaime: Marta por favor, déjame pensar, esto no funciona bien. – dijo frunciendo el ceño
Marta: Pero… - tartamudeo
Jaime: No Marta, voy al trastero a dejar unas cajas de la mudanza y me daré un paseo
Marta: Bueno Jaime… lo que usted quiera, jejeje – sonrió irónicamente
Jaime: No bromeo Marta, no es una broma
Carmen: ¿Qué haces?
Rodrigo: Me visto rápido, voy a subir al trastero de la comunidad
Carmen: ¿Enserio crees que puede vivir alguien ahí?
Rodrigo: No lo se, por eso subo
Carmen: Voy contigo – dijo mientras salió de la cama desnuda
Rodrigo: ¡Tapate por favor!
Carmen: ¿Por qué? – dijo en un tono muy sensual
Rodrigo: Pues… porque…
Carmen: ¿Acaso te sientes acosado?
Rodrigo: No, no es eso, mmm… es que vas a resfriarte
Jaime: Dichosa Marta, maldito el día que contraje matrimonio con ella – dijo subiendo
por las escaleras, ya llegando al tercero
Rodrigo: Hola, ¿tu debes ser Jaime no? – dijo sorprendido al verlo.
Jaime: Tu…
Rodrigo: Si yo soy Rodrigo
Jaime: ¿Rodrigo? perdón, te confundí con otro, pensé que eras un tal Nacho
Rodrigo: Jejejeje, Nacho es mi compañero de piso el de la barba.
Jaime: Bueno es saberlo
Rodrigo: ¿Y a donde ibas si se puede saber?
Jaime: Iba a dejar unas cajas al trastero
Rodrigo: Genial, yo tenia que subir también a llevar algo
Jaime: Pero si no tienes nada
Rodrigo: Ya es que lo tengo en casa
Jaime: ¿Y que hacías en casa de la otra vecina?
Rodrigo: ¡Joder Jaime! deja de hacer preguntas absurdas, me lío yo, te lías tú, nos
liamos todos
Jaime: Yo contigo no me liaría, como mucho podemos ser amigos
Rodrigo: Tira ya “parriba” coño – dijo estresado mientras empujaba a Jaime
Jaime: Vale, vale
Carmen: ¡Rodrigo espérame!
Rodrigo: Bajo luego Carmen – grito mientras subía las escaleras
Carmen: Bueno, si hay alguien viviendo en el trastero, me enterare en cuanto bajen
Nacho: Madre mía, que resaca
Nacho: ¿Dónde estoy?
Nacho: No recuerdo nada
Nacho: Haber Nacho, haz memoria, ayer, ayer salí de fiesta con una señora mayor
Serena: Yo diría que el señor mayor eres tú amiguito – dijo acercándose lentamente
al sofá, que era donde estaba tirado Nacho
Nacho: Mira quien habló… Serena, al nacer debieron llamarte borracha, yo no seré
tan fiestero como una señora de 60 años, pero al menos me puedo mantener de
pie, alcoholizado o no… - dijo mientras los ojos se le cerraban poco a poco
Serena: Duerme un rato mas abuelo.
Nacho: Descuida hija mía – dijo adormilado, y tras esto empezó a roncar
Serena: Y no te levantes hasta que salga el sol
Lucas: ¿Y que mas mamá? ¿Qué se tome sus pastillas para la demencia senil? – dijo
apareciendo en pijama de repente
Serena: Aun es joven, y no tiene problemas.
Lucas: Yo no diría exactamente eso, por lo que veo, el pulso al mear le falla
Serena: Jaja, hijo mío no digas tonterías
Lucas: ¿Tonterías?, el charco de meado que hay en mi alfombra no es una tontería
Rodrigo: Tu tendrás llave supongo, así que abre tú.
Jaime: A eso voy, tranquilo – dijo abriendo la puerta
Rodrigo: ¿No hueles algo raro?
Jaime: Cierto. – añadió brevemente
Lo que encontraron, les dejo asolados, no se imaginaron nada parecido.
Lo que encontraron, no era nada espacialmente llamativo, pero nadie imagino nada así.
Dos vagabundos mal vestidos, fumando porros, con el trastero lleno de humo, y una pequeña lámpara, que era la única luz de la habitación.
Roberto: Adon, no notas el aire sucio
Adon: Jajajaja, el aire esta hecho una mierda – dijo, de manera peculiar, parecía que le
costaba pronunciar bien
Roberto: Espera, ¿No ves nada?
Adon: No me veo ni las manos, jajajaja – rió mostrando toda su amarillenta dentadura
Jaime: Disculpad, ¿Qué hacen ustedes aquí?
Adon: Nos habla de usted…
Roberto: Espera, ¿Tu no eres el que compro el 2•A?
Jaime: Si, lo compre con mi mujer – susurró
Roberto: Tu fuiste el gilipoyas, que me dejó sin casa
Rodrigo: Tal como dijo Carmen – dijo para sus adentros
Jaime: ¿Pero que problema tienes?, el 2•B y el 1•B están también desabitados
Roberto: Es porque sus dueños la alquilan, además, no están amuebladas. Yo quiero
vivir en tu casa
Jaime: Mmmm.. Quizas puedas – dijo pensativo